Escuelas alternativas

La búsqueda hacia una mayor calidad de vida. 

Desde hace unos años van creciendo entre nosotros numerosos proyectos de educación alternativa. Se trata de diferentes experiencias con formatos muy variados, no tiene por qué tratarse de escuelas exactamente, con fundamentaciones pedagógicas diferentes y que representan una alternativa a las formas más convencionales y habituales de concebir la atención.

¿Qué creéis que ha producido el surgimiento de estas nuevas experiencias o alternativas educativas?

Estos diferentes programas suelen tener en común la idea de favorecer más las posibilidades de libertad, de decisión y autoorganización de lo que es posible dentro de un contexto escolar convencional.

Se ha tratado de llevar a cabo proyectos que desencadenen pensamientos y formas diferentes de entender no solo la escuela en sí, si no también el sentido de la educación y el trato de las relaciones, implicando indirectamente trabajar y pensar hacia una mejora en la calidad de vida. 

A finales de los 90 se produjo una serie de cambios en las prácticas relacionales que envuelven la educación que han ido dando lugar a diferentes creaciones sociales que han hecho crecer algo nuevo, un nuevo camino para aquellas familias que no vean cubiertas las necesidades de sus pequeños en las escuelas ordinarias. 

En ocasiones este interés de estas familias, educadores, educadoras, profesionales etc. no ha surgido de una preocupación pedagógica previamente elaborada, sino de esta sensibilización de madres y padres que buscan una atención menos intervencionista y tecnificada. 

Todos estos cambios han conducido a la búsqueda de nuevas formas de pensar la crianza y en general, la educación de los niños conforme van creciendo.






Conviene por tanto no confundir la escuela llena de vida y que cuida la vida, con escuelas insertas en la vida de los adultos, es decir, en el tiempo, el mundo y las exigencias de los adultos.

La escuela puede ser vivida como un lugar en el que poder abrirse a la vida y experimentarla, probarla, tantearla, sin exigencias y presiones del exterior. Porque si no, no podremos probar, no se puede tantear, no se puede experimentar con ella para recrearla, sino que habría que responder a las exigencias del mundo en el que vivimos que ya viene dado y habría que asumir los riesgos del fracaso que todo inicio y toda experimentación conllevan. Lo que nos demuestran las experiencias alternativas es que estando llenas de vida, están fuera del tiempo adulto y de las exigencias de la vida adulta.





Pero... ¿Qué es una escuela alternativa para tí?

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